Es un club de coches muy joven apasionados por el mundo del motor. Sus quedadas se caracterizan por un ambiente tranquilo, donde los asistentes disfrutan apreciando los vehículos que otros entusiastas traen consigo. Se aseguran de que todos mantengan un comportamiento ejemplar, respetando las normas establecidas por los organizadores. El objetivo es disfrutar de una tarde agradable, rodeado de coches y compartiendo la misma pasión con otras personas afines. Apto para todas las edades y hasta para quienes quieran asistir con sus mascotas.

Esta fue, si no la primera, una de las primeras quedadas a las que asistí con este grupo, y la verdad es que siempre es un placer. Aunque el lugar no es especialmente fotogénico, tiene a su favor que, al atardecer, el sol se oculta tras unos árboles cercanos, proyectando sombras interesantes y ofreciendo los tonos cálidos característicos del crepúsculo. Fue en ese día cuando comencé a desarrollar mi estilo personal en la toma y postproducción de fotografía profesional.

Siempre he sido un gran admirador del Ford Focus RS, aunque debo admitir que en este grupo hay un Ford Focus ST amarillo que me tiene cautivado. Es como el primo musculoso de mi coche. Además de ser estéticamente impresionante, suena de maravilla, y su dueño es muy simpático. Todo suma para hacer de la experiencia algo único.

En estas quedadas, también suelen venir coches como el Renault Megane RS, el Hyundai i30N, el Ford Mustang Bullitt y el peculiar Seat Toledo "harlekin". Como fotógrafo en Madrid, siempre que tengo la oportunidad, hago fotos de coches bonitos como estos, capturando los detalles que los hacen especiales. Utilizo mi Canon 6D Mark II con un objetivo Sigma 24-70mm f2.8 y un filtro polarizador, lo que me permite obtener imágenes de alta calidad.